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Somos seres con un componente genético que, hasta cierto punto nos determina. Somos tan cambiantes como el ambiente en el que nos desarrollamos. Nacemos rodeados de un medio externo que influye significativamente en nuestra percepción del mundo, creando una identidad y realidad propia en la que también somos subjetivos y vulnerables. Es justamente lo anterior lo que genera en cada individuo diferentes emociones, interpretaciones y conductas que, muchas veces, afecta no solo nuestro mundo interno físico y emocional, sino también la forma en la que nos relacionamos  con los demás.  

 

Los psicólogos, basados en los fundamentos de la ciencia y la ética, así como en las habilidades profesionales y características personales como la empatía, la neutralidad y la vocación, acompañamos y guiamos en el desarrollo de habilidades y estrategias que permitan a los individuos desarrollarse personalmente, encontrar el equilibrio y aumentar su bienestar emocional, tanto propio como el de quienes los rodean. 

Cualquier motivo, síntoma o razón para buscar mejorar y/o desarrollar nuevas habilidades personales es más que válido para acudir a un profesional en Psicología.​

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